El cambio climático es un hecho inequívoco. Esta afirmación está respaldada de manera universal por la comunidad científica. De hecho, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha confirmado que 2016 fue el año más caluroso jamás registrado (1).
Aunque aún existe cierta incertidumbre respecto a la magnitud de los impactos derivados del cambio climático, si la temperatura media global crece por encima de los 2ºC respecto a niveles preindustriales los efectos pueden ser devastadores. Según la OMM, en 2016 se registró una temperatura media superior en aproximadamente 1,1ºC a la de la era preindustrial. Alarmante, cuanto menos.
La solución pasa por una transición rápida a una economía baja en carbono a escala global. Como se evidenció en la COP21 y en el Acuerdo de París, el momento político actual refleja esta necesidad. Posteriormente en la COP22, la siguiente ronda de negociaciones climáticas, se ratificó el Acuerdo de París a pesar de la amenaza de abandonarlo por parte del Presidente Trump. Al contrario, muchos líderes nacionales y empresariales expresaron su voluntad de contribuir más para compensar el vacío que podría dejar Trump. Su elección, por tanto, ha estimulado aún más la acción climática (2).
Junto a las negociaciones climáticas internacionales, la comunidad global ha aprobado una serie de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), formados por 17 objetivos globales con fecha de vencimiento en 2030. Estos objetivos apoyan el Acuerdo de París de múltiples maneras incluyendo compromisos relacionados con la acción climática, calidad del agua y ciudades y comunidades sostenibles. Los ODS ponen en valor la importancia del desarrollo sostenible, incrementando la presión que se ejerce sobre el sector empresarial para actuar más responsablemente.
De hecho, muchas compañías ya reconocen la necesidad de tomarse la sostenibilidad y el cambio climático seriamente. La perspectiva de inversores institucionales y gestores de activos también está cambiando, incorporando criterios ESG en sus decisiones. Es por todo esto que las empresas jugarán un papel clave, liderando el cambio y actuando como embajadoras de la acción climática, combinando la necesidad de adaptación al cambio climático con el reto de mitigarlo a largo plazo.
Ante este nuevo entorno, las compañías deben desarrollar una estrategia de sostenibilidad que vaya más allá del reporting o del cumplimiento legislativo. Y cuando hablamos de sostenibilidad empresarial, estamos englobando mucho más que la dimensión ambiental. Una sostenibilidad entendida de manera inteligente tiene sentido económico y es una pieza esencial a la hora de conseguir éxito empresarial a largo plazo. En definitiva, ayuda a definir la base de costes, la rentabilidad, el perfil de riesgos y la imagen de marca.
Desde Carbon Clear creemos que hay cinco preguntas que toda empresa debe plantearse para empezar a dar pasos hacia una sostenibilidad inteligente:
1. ¿Cómo construyo un caso de negocio que haga arrancar la sostenibilidad en mi empresa?
Construir un caso de negocio es esencial. Para ello se debe entender por un lado cuáles son los objetivos de la compañía y los motivos que impulsan la incorporación de la sostenibilidad en el negocio y por otro cuáles son las áreas de mayor riesgo y oportunidad para su empresa y su sector industrial.
2. ¿Cómo reporto información que satisfaga las necesidades de mis grupos de interés?
Cuando nos enfrentamos a una variedad de stakeholders, entender qué información es requerida por cada uno de ellos e identificar los canales de comunicación adecuados es fundamental – aunque no siempre es sencillo. Ya sea debido a una legislación más exigente, a un mayor interés por parte de los inversores o de manera voluntaria, vemos como el reporte de parámetros de sostenibilidad va “in crescendo”, impulsando así una mayor transparencia. Es por ello que el proceso de recogida y gestión de datos es esencial para asegurar que su compañía pueda satisfacer las expectativas de todos sus grupos de interés.
3. ¿Cómo hago que mi empresa sea más eficiente y ahorre costes?
Hacer que su empresa use los recursos de manera más eficiente, y en última instancia ahorre costes conlleva la identificación de oportunidades de reducción de emisiones, energía, consumo de agua, residuos, etc. Para poder identificar estas medidas de eficiencia, es imprescindible mejorar la calidad de los datos recogidos y de los procesos; establecer un reporting integrado y crear un plan de eficiencia a largo plazo. Sólo siguiendo este modelo podremos identificar oportunidades de ahorro y definir aquellas que contribuyan a una reducción simultánea de emisiones y costes.
4. ¿Cómo me diferencio de mis competidores?
A menudo nos preguntan: “¿Qué debo hacer para que mis programas de sostenibilidad resalten?” Esto depende de muchos parámetros y el contexto en el que nos movemos es uno de ellos. Sin embargo, a la hora de compararnos con otros debemos considerar lo siguiente:
• Autenticidad: La autenticidad es clave: las organizaciones deben evitar el greenwashing, y la exageración para distraer al lector de la falta de una actividad significativa. Compararse está bien, pero se debe ser veraz y real.
• Ponerse las gafas de cerca y de lejos: Identificar oportunidades de reducción a corto plazo es esencial, aprender de nuestros competidores también, pero para avanzar debemos mirar más allá de los kWh usados, de las iniciativas del de al lado e identificar los riesgos y las oportunidades del mañana. ¿De verdad creemos que las empresas líderes únicamente observan qué hacen los demás? O más bien ¿sus estrategias se fundamentan en un caso de negocio que genere valor más allá de la reputación?
5. ¿Cómo preparo a mi empresa para que obtenga un valor sostenible y a largo plazo?
En Carbon Clear pensamos que el enfoque correcto para responder está pregunta reside en un análisis exhaustivo de los riesgos y oportunidades que el nuevo contexto presenta. De hecho, iríamos un poco más allá y diríamos que un programa de sostenibilidad inteligente es aquel que está dirigido a mitigar un riesgo empresarial o a capturar una oportunidad potencial.
Dando respuesta a estas cinco preguntas estaremos llevando a cabo los cinco pasos a seguir hacia un desarrollo sostenible inteligente y que culminará en una hoja de ruta con una base técnica sólida y a largo plazo.
Desde Carbon Clear ponemos a su disposición una visión que permite dar pasos hacia un futuro bajo en carbono, capturando las ventajas competitivas que una Sostenibilidad Inteligente puede ofrecer.
Si quieres conocer más sobre los 5 Pasos hacia una Sostenibilidad Inteligente, descárgate nuestro informe aquí.
Cristina Raventós
Manager Carbon Clear España
Empresa Miembro de la Fundación Empresa y Clima
(1) https://public.wmo.int/es/media/comunicados-de-prensa/la-organizaci%C3%B3n-meteorol%C3%B3gica-mundial-confirma-que-2016-es-el-a%C3%B1o-m%C3%A1s
(2) http://www.climatechangenews.com/2016/11/09/the-paris-agreement-will-survive-president-trump/
