El cambio climático se ha convertido en la principal amenaza para el futuro de la humanidad y en el mayor reto medioambiental, ecológico y social. La consciencia y el compromiso global es imprescindible para frenar las emisiones y hacer plenamente efectivo el Acuerdo de París, el primer pacto mundial contra el calentamiento del planeta y que se alcanzó en la cumbre climática del año 2015 en la capital francesa.
El pacto, que marca la hoja de ruta para las próximas décadas y que firmaron 195 países, recoge las bases para que, por primera vez, se establezca un plan de acción mundial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y que tiene como objetivo limitar el calentamiento global muy por debajo de 2ºC.
Conscientes del gran impacto climático que tienen los combustibles fósiles en la Tierra, durante los últimos años las grandes empresas de la industria del motor y las administraciones han impulsado nuevas formas de movilidad que tienen como objetivo reducir las emisiones y acabar con la dependencia de recursos no renovables. La electrificación de los vehículos y las restricciones de circulación que han implantado algunas ciudades son el foco central que protagoniza este cambio de paradigma.
Pero si el cambio quiere ser efectivo son necesarias otras medidas más directas. A partir del 1 de enero de 2020 se hace efectiva la nueva normativa de la UE sobre emisiones contaminantes. La nueva legislación tiene el objetivo de reducir la media de emisiones que produce cada fabricante. El límite que se impondrá a los fabricantes es que la media de emisiones de los vehículos que vendan las marcas en 2020 no deberá superar los 95 gramos de dióxido de carbono (CO2) por kilómetro. Por encima de ese dato, los fabricantes tendrán que pagar 95 euros por cada gramo de exceso y coche, lo que podría dar lugar a multas millonarias.
El dato
Los fabricantes tendrán que pagar 95 euros por cada gramo de exceso y coche
Según recoge Europapress, los datos de la consultora MSI para Sumauto apuntan que la nueva normativa provocará un incremento en las matriculaciones de vehículos eléctricos del 14,2% en el próximo año. Por este motivo, “impulsarán la comercialización de modelos eléctricos, pues los vendidos en 2020 con emisiones inferiores a los 50 g/km de CO2 equivaldrán a dos ventas, una medida que les permitirá adaptarse a esta normativa”, afirma Sumauto.
La reducción de emisiones no se aplica a cada uno de los vehículos producidos sino que es un promedio que tendrá en cuenta todas las matriculaciones. Para que los fabricantes puedan hacer la transición de forma más suave la normativa otorgará un beneficios adicional a aquellas marcas que vendan modelos con emisiones inferiores a 50 gramos de CO2 por kilómetro, algo que solo cumplen los modelos 100% eléctricos y la mayoría de los híbridos enchufables.
También disfrutaran de beneficios aquellos fabricantes que incorporen en sus vehículos prestaciones que tengan el objetivo de reducir las emisiones de CO2 y se ampliarán los límites para aquellas firmas que tengan ventas menores a las 300.000 unidades anuales en Europa.
Un informe elaborado por la agencia de calificación Moody’s indica que entre las empresas automovilísticas que experimentarán un impacto menor en multas por esta situación son Toyota y Volvo Cars. En el lado opuesto, Volkswagen, Fiat Chrysler, Daimler y Ford, por orden, se posicionarían como las compañías más expuestas a sanciones.
El dato
Volkswagen, Fiat Chrysler, Daimler y Ford, por orden, se posicionarían como las compañías más expuestas a sanciones
En este contexto, no sería de extrañar que a partir del segundo semestre de 2020 se produzca una fuerte concentración de modelos eléctricos automatriculados, lo que provocaría en los concesionarios un aumento del stock de kilómetro cero y, en paralelo, un descenso de sus precios, situándose así como una alternativa de compra más asequible para los particulares.
Sumauto recuerda que, si bien el coste medio de un vehículo eléctrico está en torno a los 40.000 euros, es decir, el equivalente a un vehículo premium, los primeros eléctricos que están llegando al mercado de ocasión se comercializan a la mitad de precio, unos 22.600 euros, con una antigüedad media que no alcanza los cuatro años en el 72% de los casos.
Fuente: La Vanguardia
