COTIZACIÓN CO2 Cierre del 26-03-2024 60,76 €/T

Un billón de euros para evitar el “choque climático”

Si esta Comisión Europea nació bajo el color verde de la sostenibilidad, ayer presentó su estrategia financiera para conseguir el gran objetivo, llegar a la neutralidad climática en el 2050 para evitar el “choque climático”. En concreto, prevé movilizar hasta un billón de euros en la próxima década, eso sí, a través de mucha ingeniería financiera. Una inversión de fondos comunitarios relativamente modesta, apoyada por dineros de los estados miembros, el Banco Europeo de Inversiones , que estimulará la iniciativa privada que permita llegar a esta cifra casi mágica que la Comisión Europea se ha fijado.

El plan prevé que 500.000 millones salgan del presupuesto comunitario, a los que se añadirían 114.000 millones adicionales aportados por los estados miembros. A partir de aquí, InvestEU, el mecanismo europeo para estimular las inversiones, movilizará unos 279.000 mi¬llones en apoyo a proyectos ecoló¬gicos, la mayoría del sector privado. Por otro lado, se espera reunir 100.000 millones para el mecanismo de transición justa. Éstos son los cálculos que ayer presentó oficialmente Bruselas para fijar la financiación de su gran proyecto, la transición energética.

“Asegurar que nadie se quede atrás” es el lema con que Bruselas presentó su estrategia financiera

Además de potenciar las inversiones, una parte importante del plan va dedicado también a un punto clave, las ayudas a la transición para suavizar el impacto en los sectores y los países que resulten más perjudicados por el cambio energético. Un mecanismo que espera movilizar 100.000 millones de euros durante el período 2021-2027, el de las próximas perspectivas financieras de la Unión Europea. Estos fondos son esenciales para convencer a los más reticentes, léase Hungría y República Checa, para asumir el compromiso de llegar a un continente neutro climáticamente en el 2050. Y sin olvidar a Polonia, el país más problemático, que se desligó del compromiso.

En la última cumbre de la Unión Europea 28 países asumieron el gran objetivo, convertir a Europa en el primer continente climáticamente neutro en el 2050, pero con una excepción: Polonia aceptó que se incluyera esa fecha en las conclusiones de la reunión, pero precisando que no se comprometía a cumplirlo. La estrategia de Varsovia parece clara, sólo se sumará al proyecto si se la compensa de los perjuicios que la transición supondrán para su economía. En su caso serán ciertamente elevados, dado que su energía depende en casi un 80% del carbón.

Estos fondos son los que deben convencerlos, sin olvidar otros países –caso de España, por ejemplo–, que reclamarán que no se vaya todo el dinero a los menos colaboradores, por muchas razones que tengan, y que queden perjudicados los entusiastas del cambio energético.

Una de las piezas esenciales para “no dejar nadie atrás”, en frase acuñada por la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, es el fondo de transición justa, que recibirá 7.500 millones de euros de los nuevos presupuestos de la UE en el período 2021-2027. Este sí que es realmente dinero nuevo. A partir de aquí, se cuenta con la cofinanciación de los países. El fondo concederá principalmente subvenciones a las regiones. Entre los ejemplos que se citan están las ayuda a los trabajadores para adaptarse al mercado laboral del futuro, además de apoyar inversiones a la transición hacia las energías limpias. Está pensado en parte para ayudar a prescindir del carbón.

“Tenemos que mostrar solidaridad con las regiones más afectadas de Europa, como la regiones mineras y otras, para asegurar que el pacto verde consigue el apoyo de todos y tiene la oportunidad de convertirse en realidad”, dijo el vicepresidente de la comisión, Frans Timmermans.

Este fondo de transición justa se complementa también con las inversiones privadas que debe movilizar el InvestEU, y el apoyo del Banco Europeo de Inversiones . Cada país deberá realizar sus planes de transición, que deberán ser aprobados por Bruselas para tener acceso a estos fondos.

Fuente: La Vanguardia